El concepto de neurodiversidad es una noción que brota en la década del 90 como resultado de un movimiento de personas con diagnóstico de Trastorno del espectro autista (TEA) que buscaban ser diferentes, pero no discapacitadas. Hoy, el concepto se ha extendido para incluir grupos de personas con otros trastornos del desarrollo, incluyendo trastornos de aprendizaje, discapacidad intelectual y trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).

Este paradigma está basado en la idea de que cada persona tiene capacidades y distinto potencial para desarrollarlas y que las características cognitivas y emocionales de los trastornos del desarrollo como los TEA y TDAH o dislexia entran en las diversificaciones conductuales exhibidas por las personas, considerando que el desarrollo neurológico atípico o neurodivergente es una diferencia que debe ser reconocida y respetada como cualquier otra variación humana.

Thomas Armstrong en su libro: El poder de la neurodiversidad, enuncia algunos principios para abordar la neurodiversidad, como:

1. El cerebro humano funciona como un ecosistema más que como una máquina. Es un organismo biológico y cambia de manera adaptativa.
2. Los seres humanos y los cerebros humanos existen a lo largo de espectros continuos de competencia.
3. La competencia del ser humano se define a partir de los valores de la cultura a la que pertenece.
4. El éxito en la vida se basa en la adaptación del cerebro a las necesidades de su entorno.

Fundado en alguno de estos principios, la idea de la Neurodiversidad instaurar un cambio de paradigma en los colegios; sin minimizar los déficits en los alumnos con problemas de aprendizaje, los cuales son padecidos y necesitan de su comprensión y abordaje es importante hablar y descubrir sus fortalezas. Por esto es muy importante que los docentes descubran los requerimientos de los alumnos para su crecimiento optimo e implementen estrategias diferenciadas para ayudarlos.

Algunos estudios, por ejemplo, dan cuenta de cómo las fortalezas de los individuos con TEA se relacionan con el pensamiento lógico, por tanto, potenciar esta cualidad puede abrirles caminos en otras áreas donde la lógica es necesaria como la informática o matemáticas.

Esto nos sugiere que debemos capacitar y formar a los docentes para que puedan entender la Neurodiversidad y potenciar a los alumnos que tienen trastornos del desarrollo en sus fortalezas cognitivas, esto los hará más motivados por aprender.