La relación entre la neurociencia y la educación está transformando profundamente la manera en que concebimos el aprendizaje y la enseñanza.

¿Por qué para un educador es importante conocer como aprende el cerebro?

La enseñanza es más efectiva cuando está alineada con el funcionamiento del cerebro humano. Conocer las bases neurológicas del aprendizaje permite a los educadores diseñar estrategias que maximizan el potencial cognitivo de sus estudiantes. Este conocimiento puede ser un faro que guíe decisiones clave en aspectos como la planificación curricular, la gestión del aula y la evaluación.

Hablar de neuroeducación implica pensar en un paradigma educativo que consiste en acercar la ciencia al aula, aportando conocimiento acerca de qué intervenciones inciden positivamente en el aprendizaje de nuestros alumnos y cuáles son las causas por las que lo hacen, a fin de mejorar las propuestas y experiencias de aprendizaje.

Por lo cual, la coincidencia entre la y la neurociencia ofrece la posibilidad de encontrar vías para poder aplicar en el aula sus aportes sobre procesos cerebrales de la emoción, la memoria, la motivación y la atención y conocer como estos procesos se encienden y con ellos se abren puertas a la construcción de nuevos conocimientos. La ciencia del cerebro puede iluminar muchos de sus procesos y métodos.

Razones clave para que los educadores estudien cómo aprende el cerebro:

1. Entender la plasticidad cerebral: El cerebro es un órgano dinámico que se reorganiza en respuesta a la experiencia. La comprensión de la plasticidad permite a los educadores fomentar entornos enriquecedores que potencien las habilidades cognitivas y emocionales de sus estudiantes.

Por ejemplo, en este preciso instante que estas leyendo este artículo, tu cerebro está accediendo a nueva información , lo cual implica que muchas de tus neuronas están haciendo nuevas conexiones con las que antes no se comunicaban , y así cuando hayas terminado de leer este texto, las nuevas conexiones habrán permitido que algunas de tus redes se hayan ampliado y reorganizados, con lo cual tu cerebro ya no será el mismo, esto significa que se han abierto nuevos senderos que recorrerán tus neurona para lograr adquirir nuevas experiencias de aprendizaje. De aquí la importancia de que los docentes, enseñemos a nuestros alumnos que adquieran aprendizajes significativos para que esas conexiones permanezcan en el tiempo.

2. Atender a la diversidad cognitiva: Al conocer los procesos cerebrales que subyacen al aprendizaje, los docentes pueden identificar mejor cómo apoyar a estudiantes con neurodivergencias, como TDAH, dislexia o autismo.

Los docentes debemos estar capacitados para acercar el mundo de la neurociencia a la clase, ya que todavía se dan algunos procesos de aprendizaje caracterizados por la falta de motivación, la competencia, el individualismo, el miedo, la amenaza y otros, factores que limitan el entorno educativo.